Pasar al contenido principal

"Optar por el sacerdocio es creer en el amor" M. Luis José Rueda

10 de Febrero de 2021
homilia arzobispo

Durante la Santa Eucaristía presidida por el señor arzobispo de Bogotá Luis José Rueda, en acción de gracias por la vida y Ministerio del padre Benito de Jesús Rueda Mesa quien descansa en la paz del Señor, Monseñor Rueda dirigió un mensaje especial sobre la vida sacerdotal; una reflexión transmitida por el canal Cristovisión desde la Conferencia Episcopal de Colombia. 
En este sentido, tomando como referencia la Palabra reflexionó sobre los rostros del amor sacerdotal. “El sacerdocio, a lo largo del camino deja huellas…huellas de Dios en nosotros, en el cuerpo, en el alma y en el corazón (…) Van pasando los años, pero las huellas del amor sacerdotal, del amor hecho Ministerio y misión, permanecen en nuestra vida y nos motivan para levantarnos, para servir, para amar”.
En la Eucaristía, la cual fue concelebrada por los obispos auxiliares de Bogotá, sacerdotes y el vicario episcopal de la Vicaría Inmaculada Concepción; el señor arzobispo insistió en que su mensaje iba dirigido a todos los sacerdotes, seminaristas, jóvenes que están pensando optar por el sacerdocio y a sus familias, en especial a la familia del padre Benito de Jesús; “optar por el sacerdocio es creer en el amor y el amor nunca pasará”.
“San Pablo en la carta a los Romanos en el capítulo 8 dice: si Dios está con nosotros quién puede estar contra nosotros y enumera distintas situaciones, a las cuales podríamos hoy en día agregarle algunas más:
¿Acaso la pandemia nos podrá separar del amor de Dios? 
¿Acaso el luto, el duelo por nuestros familiares, por tantos que han terminado su peregrinar en este tiempo nos podrán separar? 
¿Acaso las angustias económicas, laborales, académicas, familiares?... ¿Quién nos podrá separar del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús?”


Un amor de entrega.
Todo esto nos da una certeza “qué hay un amor de entrega: es el amor del Padre Celestial que nos entrega a su Hijo, y un amor de entrega en Jesucristo, Sumo Sacerdote, que va hasta la cruz y se entrega por amor a nosotros. Ese amor de entrega es característica de todos nosotros los bautizados: es un amor que no es solamente pedir o recibir, sino es dar, es un amor oblativo, entregado, un amor en la cruz. Y eso es el sacerdocio: un amor de entrega, hasta la muerte, hasta el final.


Un amor que camina y acompaña.
Luego de esto, el arzobispo de Bogotá, tomando como referencia el Salmo 23, habló de otro rostro del amor sacerdotal: un amor que camina y acompaña. “Es el amor del Dios con nosotros, que acompaña al pueblo, que se acerca a los enfermos, que va a las periferias para mostrar un amor que acompaña, que camina. (El Señor es mi Pastor, aunque camine por cañadas oscuras nada temo) Es bueno asumir ese Salmo, esas cañadas oscuras de nuestro camino sacerdotal, esos caminos que nos hacen luchar, que nos cansan…pero que son caminos acompañados.
La parroquia más difícil, la situación más dura de nuestro Ministerio es una situación acompañada por el Pastor, quien también nos envía a que acompañemos las cañadas oscuras de todos aquellos que van caminando y que quieren sentir la certeza de este amor”.


Un amor que se vuelve amistad.
Posteriormente, Monseñor Luis José tomó el Evangelio para reflexionar sobre un amor hecho presencia (un amor que llora: Jesús llora por su amigo Lázaro que ha muerto) “Esas lágrimas de Jesús expresan una amistad con dolor, pero con esperanza. Después Jesús irá a la tumba de Lázaro y le dará vida, porque la amistad con Jesús es una amistad que da vida, una amistad que resucita. Nosotros los sacerdotes estamos llamados a ser amigos cercanos, como la familia de Betania, amigos íntimos, en el Sagrario, en el encuentro con la Palabra, en el servicio a los hermanos. Una amistad que se construye en la misión, en el encuentro con el Señor. Ese es el sacerdocio: amistad con Jesús. Y el día en que tal vez por nuestra fragilidad perdemos la amistad con Jesús perdemos esa posibilidad de vida y de resurrección”.

Recordemos a nuestro amigo, el padre Benito de Jesús.
“Hoy, pensando en nuestro hermano Benito de Jesús María Mesa Ramírez, damos gracias por su vida y su Ministerio, pidiéndole a Dios que tenga en cuenta sus luchas, sus trabajos, y que su amor misericordioso abunde, si en él, abundó también por fragilidad el pecado. 
Pidámosle hoy al Señor que nos ayude a revivir permanentemente nuestra amistad con Él, y que las familias también revivan la amistad con Jesús, cada familia que se hace amiga de Jesús, como la familia de Betania, encuentra resurrección y vida”.
Finalmente, el arzobispo de Bogotá reiteró que optar por el sacerdocio es creer en el amor, “un amor de entrega que va hasta la cruz, un amor que se pone en camino y acompaña aun por cañadas oscuras, un amor que se vuelve amistad con Cristo que es resurrección y vida”
“Que la Virgen María acompañe nuestro camino en el amor a Cristo, a la Iglesia, a los que sufren, a los enfermos, a los que acompañan a los enfermos y a las familias que han tenido la prueba de entregar a uno de sus miembros en el camino hacia la Casa Eterna”. 

 

Oficina de Comunicaciones VETIC

Catherin Florez